domingo, 28 de junio de 2009

MAURICE JOYANT CAZANDO PATOS EN LA BAHÍA DE SOMME

óleo sobre tabla
116,5 x 81
Musée Toulouse-Lautrec (Albi)

Para este retrato, Lautrec se inspiró en una fotografía de 1899, que muestra a Joyant en un bote cazando patos.

Al cuadro le precedieron varios bocetos. Joyant posó en total no menos de 65 veces para su amigo.











Poco antes de su muerte pinta el retrato de su amigo Joyant como cazador de patos, con un impermeable y un suéter amarillos de pie en su bote, empuñando su arma. El fondo está simplemente esbozado y deja entrever en algunos sitios la madera sobre la que está pintado - también en esta técnica se ha perfeccionado el pintor. La figura de Joyant, por el contrario, se destaca muy expresivamente con enérgicas pinceladas utilizando solamente amarillo y marrón rojizo. Únicamente el rosa amarillento de la cara y el rojo violáceo de las manos interrumpen esta armonía de colores. El libre movimiento de sus pinceladas contrasta con el estilo de sus obras anteriores, en las cuales la silueta se resaltaba mediante líneas vigorosas, y el resto de la superficie sólo se coloreaba ligeramente. Matthias Arnold comenta sobre este cuadro inusual y especialmente logrado: "Esta impulsiva forma de pintar, rápida y sin retocar, podía estar inspirada por el maestro Hals, de quien en algunas ocasiones Lautrec había tomado lecciones en Holanda".
Generalmente aficionado a los disfraces, Lautrec poseía un impermeable amarillo brillante con su gorra a juego, no sólo porque fueran "americanos" sino porque como sus compañeros favoritos, Joyant y el Dr. Tapié de Céleyran, era un ávido cazador y pescador. Quería usar el disfraz en un retrato y Joyant aceptó a posar. El modelo apuntaba fascinantes detalles sobre la génesis de la pintura. Por ejempo, explicaba que Lautrec, como acostumbraba, "incubaba" una idea pictórica mucho tiempo durante el cual discutía la obra proyectada y planeaba sus detalles. En el caso de este retrato, los pensamientos preliminares de Lautrec comenzaron dos años antes a su ejecución en el verano de 1900. En algún momento Lautrec investigó el tamaño relativo de la figura dentro de su composición en cuatro dibujos a lápiz. Como Joyant recordaba, sin embargo, una vez Lautrec estuvo satisfecho con su idea acometió su realización "tiránicamente". Como era su costumbre, Lautrec requirió numerosas (en este caso no menos de setenta y cinco) cortas sesiones de posado del modelo. Se bloqueaba en la vela y en la proa del bote rápidamente, entonces se concentraba en la figura. Evidentemente esperaba obtener ciertos precisos detalles técnicos antes de ir más allá con el segundo plano, pero no los conseguía, lo dejó amplia e imprecisamente pintado. Ansioso por tener el retrato "complementado", Joyant envió a alguien a la localización en Crotoy para preparar fotografías con las que trabajar, pero Lautrec nunca las usó.
La figura de Joyant, sin embargo, está cuidadosamente trabajada. La resbaladiza superficie de hule del dorado impermeable, tiene la grandiosidad de algunas armaduras de señores de la guerra japoneses. Realizado de perfil, Joyant mira fijamente más allá del marco de la pintura, como hacían tantos de los modelos de Lautrec. Hay pocos precedentes para el retrato "mofoso épico" de Lautrec, excepto el malentendido retrato de Manet de M. Pertuiset. Quizá este retrato de Joyant, el ligeramente anterior de Oscar Wilde como un "elegante" de la Regencia y el ligeramente posterior de Paul Viaud vestido de almirante, exploran y reaniman las pavoneadas poses típicas del gran estilo del retratismo inglés del siglo XVIII. De hecho, Rivoire revelaba que al final de su vida Lautrec deseaba dedicarse solamente a retratos pintados en la gran tradición.

Escritor y marchante de arte, Maurice Joyant (1864-1930) fue uno de los amigos más íntimos de Lautrec, a quien conocía de los tiempos de la escuela. En 1890 sucedió a Theo van Gogh en la Galería Goupil. Más tarde abriría su propia galería con Manzi. Fue también crítico de arte, y editó el "Figaro illustré", para el que Lautrec trabajó como ilustrador. Joyant organizó las primeras exposiciones de Lautrec, y trabajó a favor del reconocimiento de éste. Tras la muerte del pintor, el padre de éste nombró a Joyant albacea testamentario. Joyant catalogó la obra de Lautrec y escribió en 1926/27 la primera monografía sobre él en dos tomos. En colaboración con Gabriel Tapié de Céleyran, primo de Lautrec, fundó el Musée Toulouse-Lautrec en Albi, que fue inaugurado en 1922.

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