domingo, 27 de abril de 2008

DOS MUJERES HACIENDO LA CAMA (Deux femmes faisant leur lit)


1889-91?
óleo sobre cartón
60 x 80
Portland Museum of Art


Las descripciones de Toulouse-Lautrec de la vida mundana culminan en sus escenas de los burdeles parisinos que pintó en la última década del siglo XIX. De hecho, entre 1892 y 1895, se alojó en varias casas de mala reputación con objeto de recabar material como temas para sus pinturas. En consecuencia, llevó a los límites un tema que había sido previamente explorado por artistas tales como Manet o Degas, quienes prefirieron insinuar el tema de la prostitución. Cuando Toulouse-Lautrec exploró el tema, era directo e inmediato. Estaba fascinado por el mundo secreto de las relaciones lésbicas, y ellas les proporcionaron el tema de muchas de sus más famosas escenas de burdel.
La presente pintura muy probablemente tiene lugar en uno de los celebrados burdeles parisinos, que estaban localizados en la rue des Moulins, en la rue de Roisers y en la rue Richelieu. En todo momento agudo observador, el artista ha proporcionado un atisbo de la vida cotidiana de uno de estos célebres establecimientos. Aunque explícito en el tema, Deux femmes faisant leur lit pone el acento en las tareas mundanas de la vida diaria de una prostituta, de manera parecida a las escenas familiares de la clases media representadas por sus contemporáneos.

No catalogado por Joyant, pero expuesto por Rosenberg en 1914.

Firmado y dedicado: "à Albert 1893", fecha que verosímilmente se refiere sólo al regalo.

domingo, 30 de marzo de 2008

EN OBSERVACIÓN (EL VIGÍA)

1901
óleo sobre cartón
61 x 50
Museo Nacional de Bellas Artes (Argentina)

Un oficial, un tal Fabre, en pie, escruta el horizonte, con unos prismáticos, mientras un soldado montado le tiene las riendas de su caballo. En esta obra de Henri de Toulouse-Lautrec, el paisaje ocupa gran parte de la tela, que representa una escena de relativa quietud; sin embargo, la pintura presenta las características propias del estilo del artista, dominado por el fuerte dinamismo de las formas y la captación del instante. A la diagonal que marca el borde del camino y separa, a su vez, el primer plano del fondo, opone en cruz la de los caballos y el personaje que observa indicando la dirección hacia donde el espectador debe dirigir la mirada. Dibuja con trazos rápidos y certeros, captando la actitud de los personajes y los animales. La silueta de los caballos aparece delineada en negro, a la manera de las estampas japonesas, de gran influencia en su obra. El encuadre de la escena genera un espacio de carácter fragmentario, propio de la fotografía, cuyos recursos había conocido a través de la obra de Degas.

La tela fue dedicada a su amigo Fabre, de quien el artista había sido huésped en los últimos años de su vida.

A la izquierda, abajo: "Lautrec à l'ami Fabre. 1901".


domingo, 2 de marzo de 2008

EL JOVEN ROUTY (Le jeune Routy à Céleyran)


1882
óleo sobre lienzo
61 x 49,8
Neue Pinakothek (Munich)


Esta pintura ilustra el considerable progreso técnino que Lautrec logró durante los seis meses que pasó trabajando bajo la dirección de Bonnat en la primavera de 1882. Su dibujo se ha hecho más seguro y su pincelada menos torpe, pero al mismo tiempo Lautrec muestra aquí que puede pintar en un estilo "moderno".

No es una pintura "académica" en el sentido en Bonnat habría entendido el término, ya que tanto en su concepción como por su ejecución es deudora en gran medida de la pintura al aire libre de Manet, en particular de obras tales como Portrait de Mme. Manet à Bellevue y Fillette sur un banc, ambas de 1880. Ausentes están las sombras oscuras y los efectos de claroscuro que Lautrec utilizaba en sus pinturas entre 1879 y 1881, en su lugar, la luz se difunde por toda la pintura y esta luz se traduce en términos de color.

Lautrec hizo posar a su modelo, un peón agrícola, con la luz a su espalda, a fin de que todo el primer plano (su cara y su camisa) esté iluminado indirectamente. Esto en sí mismo es audaz porque significa que tenía que acometer difíciles problemas técnicos y un difícil análisis cromático. A pesar de eso en la manipulación de la cara al menos, con sus sutiles modulaciones tonales del naranja al azul, Lautrec tuvo éxito. Esta pintura no es, sin embargo, una verdadera pintura impresionista porque el artista no ha descompuesto los colores locales en los colores que componen el espectro, porque hace que la armonía del color azul-gris-amarillo evoca el efecto más que la calidad de luz. Además, ningún pintor impresionista habría contorneado los hombros del muchacho y el ala de su sombrero con blanco acentuado como aquí. Nótese también el tratamiento dibujístico de la oreja y la barbilla.

Abajo, a la izquierda, la marca roja.

Adquirida por el museo en 1984 con el apoyo de la Ernst von Siemens Kulturstiftung Munich.

domingo, 17 de febrero de 2008

CANGREJO EN LA ARENA (Crabe sur le sable)


1893
grafito y óleo sobre cartón
26,2 x 24,1
Musée Historique Lorrain (Nancy)


En 1893, Toulouse-Lautrec realiza tres bocetos, Cormorán a bordo de una barca (Tom: cormoran bronzé), Cangrejo que se come una raya (Crabe mangeant une raie) y este Cangrejo en la arena (Crabe sur le sable) para R. Wiener, encuadernador de Nancy, que llevó a cabo la encuadernación de L'Art Impressionniste de G. Lecomte.

Sigla arriba, a la derecha

domingo, 10 de febrero de 2008

CALESA (Dog-cart)


1880

óleo sobre tabla

27 x 35

Musée Toulouse-Lautrec (Albi)


En este cuadro de pequeño formato, Toulouse-Lautrec experimenta con la técnica del pincel. Mientras que la figura está pintada con precisión, el entorno sólo se compone de trazos amplios y contrapuestos. A pesar de la aparente imprecisión del trabajo, en el fondo se reconocen con facilidad la carretera, una laguna y el bosque. Sorprende el dominio de la técnica y de la composición que demuestra este pintor de sólo 16 años.
Además de algún elemento derivado de Princeteau, se advierten sugerencias estilísticas de Lewis Brown.
Con una gama de colores que no es aún la de su madurez, Lautrec ha representado este elegante coche conducido, en la linde de un bosque, por un "gentleman" de pie y con traje blanco. El caballo, un alazán con su morfología particularmente bien trazada y con un movimiento de notable naturalidad, se halla, por su estilo, muy próximo de Princeteau, escrupuloso especialista de escenas ecuestres y primer maestro de Lautrec. A su expresión, de una exactitud siempre un poco estereotipada, Lautrec añade una agitación imposible de definir, pero basta para aportar a esta escena una extraordinaria vida. La fecha de ejecución de esta obrita (1880) permite también establecer un paralelo con las obras del pintor John Lewis Brown, vecino suyo y al que con frecuencia veía en el taller de Princeteau.

domingo, 3 de febrero de 2008

PELIRROJA, también llamado EL ASEO (Rousse dit aussi La Toilette)


1896

óleo sobre cartón

67 x 54

Musée d'Orsay (París)


Toulouse-Lautrec ha dejado innumerables imágenes de mujeres retratadas en su intimidad, en particular mientras se asean. Aquí, la figura femenina ocupa el centro de la composición y se impone en plano de cerca, ofreciendo la representación de una escultural espalda al espectador. Las sillas de mimbre, colocadas a su alrededor, dejan suponer que la escena tiene lugar en el taller del pintor, en la calle Caulaincourt.

Pese a que en aquella época el tema de la mujer aseándose está tratado con frecuencia, principalmente por Mary Cassatt o Bonnard, es sobre todo la influencia de Degas la que está muy presente en el cuadro de Lautrec. Así, el olvido de la pose académica y de la perspectiva acelerada, bastante inusual en Lautrec, son como un eco a la serie de mujeres aseándose que Degas presentó en la 8ª y última exposición impresionista, en 1886. El entorno de la escena y el punto de vista en picado, recuerdan indudablemente a los pasteles magistrales de Degas, por los que Lautrec sentía una gran admiración. Al igual que su mayor, Lautrec muestra a las mujeres "sin coquetería", como observadas "a través del ojo de la cerradura". Sin embargo, se distingue de Degas por la humanidad con la que las mira y las pinta.

Este cuadro ha sido el objeto de diversos malentendidos. En efecto, desde su origen, tuvo varios títulos y su datación fue modificada. Ahora queda establecido que fue realizado en 1889 y no en 1896, como aparece en los antiguos catálogos. Fue seguramente esta obra la que Lautrec presentó con el nombre de "Pelirroja" en la Exposición de los XX en Bruselas, en 1890. Este título, deseado por el artista, recuerda su predilección por las modelos pelirrojas, a las que representó durante toda su vida.

Joyant indica otras dimensiones (50 x 40).

Legada al Estado francés P. Goujon (1914), expuesta desde 1947.

Firmada abajo, a la derecha.

JANE AVRIL BAILANDO (Jane Avril dansant)


1892-93

óleo sobre cartón

85,5 x 45

Musée d'Orsay (París)


Como la Goulue y la payasa Cha-U-Kao, Jane Avril pertenece al mundo de la noche y del espectáculo, del que Toulouse-Lautrec se hizo el glorificador. Hija de una "semi-mundana" y de un aristócrata italiano, Jane Avril empezó a bailar en el Moulin Rouge, continuó su carrera en los Decadentes, y más tarde en el Diván Japonés, antes de triunfar en las Folies bergères. Su aspecto frágil y algo etéreo hace de ella un personaje aparte en este ambiente intérlope. En el escenario se transforma en una bailarina acrobática llena de energía y de gracia, pasando a ser, incluso para sus contemporáneos, "la encarnación de la danza".

Gracias a la fluidez de la pintura al óleo diluida con esencia de trementina, el pintor ha podido captar la elegancia de la silueta bailando y el dinámico juego de piernas. Con la potencia y el ahorro que le conocemos, Lautrec dibuja con grandes trazos lo esencial del movimiento de la bailarina y plasma del mismo modo algunos elementos del entorno en el que hace su función ella sola. En segundo plano, en la parte de cartón dejada prácticamente en blanco, se puede apreciar a dos personajes. Pese a no estar identificada la mujer del sombrero, el hombre a su izquierda es el agente artístico Warner, que sirvió de modelo para una célebre litografía, conocida como El Inglés en el Moulin Rouge.

Jane, amiga del artista hasta su muerte, será el centro de varias obras de Toulouse-Lautrec, de carteles para el Diván Japonés o el Jardín de París, en 1893, imágenes que han contribuido a la vez a la notoriedad del pintor y a la del modelo.

Expuesta en la Goupil Gallery de Londres en 1898.

Firmada arriba, a la derecha.